El modesto Novara ascendió a la Serie A tras vencer en la Promoción al Padova, conjunto con más historia en el fútbol italiano. Por eso, la locura del festejo se trasladó a los jugadores, aunque uno en especial se mostró casi “endemoniado” en el campo de juego.
Alberto Fontana, arquero suplente, vivió su propia fiesta, a su manera. El guardameta no tuvo mejor idea que subirse a las gradas y festejar con sus hinchas. Antes, se había paseado por el césped con un matafuego, dando una especie de vuelta olímpica.
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