La fotografía de una mujer saltando desde una vivienda en llamas fue una de las más impactantes desde que comenzaron los disturbios en Londres. Monika Konczyk, una inmigrante polaca de 32 años, no podía escapar por las escaleras traseras del edificio y tomó la drástica decisión para no morir devorada por las llamas, informó el diario español "El Mundo".
El lunes por la noche, la rubia de ojos claros gritaba desesperaba pidiendo ayuda desde su ventana. Un equipo de bomberos y de policías acudieron en su ayuda en le amortiguaron la caída, de varios metros, con sus manos. Lo primero que le dijo a los rescatistas es que se sentía afortunada de seguir con vida. "Está completamente traumatizada. Ella siente que escapó por los pelos de la muerte", dijo Beta Mecaj, su hermana.
En marzo, Konczyk dejó su ciudad natal de Koronow, en el norte de Polonia. Desde entonces vive Croydon, uno de los barrios del sur de la capital más castigados por los disturbios y los saqueos. Trabaja en una tienda de ropa en Whitgift y vive frente a una mueblería, que fue quemada por los manifestantes.
Mientras el edificio emanaba un espeso humo, su novio y unos amigos colocaron colchones y almohadas en el suelo para que la polaca pudiera saltar. "Ella no quería saltar, tenía tantas cosas en su departamento, no quería dejarlas ahí para que el fuego las consumiera", dijo su amiga Aleksandra Robak al periódico "The Times". "Es mejor saltar que morir", coincidieron sus amigos.
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