No se trata de ET. O al menos, eso es lo que creen en la NASA. Algunas de las imágenes de alta resolución que está enviando el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) muestran que en el lado oscuro de nuestro satélite se encentan los restos de una sonda espacial. Hasta el momento la hipótesis más razonable que barajan en la agencia es que se trata del Lunar Orbiter 2, enviado a nuestro satélite en 1967 para fotografiar los sitios mas prometedores para los alunizajes de las misiones Apolo. Seguramente en las próximas semanas tendremos la confirmación oficial por parte de la NASA, que en este momento se encuentra evaluando los datos disponibles.
Sobre la Luna descansan los restos de decenas de vehículos que, enviados por los rusos o los estadounidenses durante más de cuatro décadas, cumplieron su objetivo y se desplomaron sin más sobre su superficie. Cuando en junio de 2009 la NASA puso en órbita el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO, por Lunar Reconnaissance Orbiter), una moderna sonda robótica equipada con cámaras de alta resolución que se encuentra elaborando un “mapa” sumamente detallado de la Luna, algunos especularon con la posibilidad de encontrar los restos de alguna de esas antiguas misiones.
Transcurridas unas pocas semanas de su lanzamiento, la cámara LROC instalada en la LRO envió a la tierra nítidas imágenes de 5 de los 6 lugares de aterrizaje de las misiones Apolo. En ellas se pueden ver los objetos y huellas que los astronautas dejaron sobre la superficie lunar en las décadas de 1960 y 1970. Obviamente, la NASA sabia exactamente donde se encontraban esos restos, por lo que no tuvo ninguna dificultad en identificarlos en las fotografías.
Pero ahora las fotos recibidas muestran lo que parecen ser restos de una sonda estrellada, en la cara de la Luna que no vemos. Los científicos de la agencia espacial estadounidense que han analizado las imágenes creen que se trata de sitio en que se estrelló a principios de los años 60 la sonda robótica Lunar Orbiter 2. El 11 de octubre de 1967, cuando se desplazaba por la cara oscura de la luna, el artefacto desapareció sin que se volviese a saber nada de él.
La misión del Lunar Orbiter 2 consistía en documentar las zonas de la Luna que resultasen menos complicadas para que los astronautas de las misiones Apolo (que preparaba la agencia) pudiesen desembarcar. En total la sonda LRO envió a la Tierra 609 imágenes en alta resolución y 208 fotogramas de tamaño medio, entre las que se destacan las imágenes del cráter Copérnico, verdaderas maravillas que se encuentran entre las mejores del siglo pasado.
Se espera que en las próximas pasadas del LRO sobre el sitio en que se aprecia el “cráter” de unos 85 metros de diámetro producido por el impacto se obtengan fotografías adicionales que ayuden a determinar si la hipótesis de los expertos es verdadera. Como sea, se trata de un logro más de esta increíble máquina que ya ha enviado a la Tierra unos 192 terabytes de datos.
Zona De Impacto De La Orbita |
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